Más que una intuición, es un hecho. Cada vez más mujeres retrasan la maternidad por distintos factores. De hecho, nuestro país se encuentra, junto a Irlanda, Italia o Portugal, en el grupo cabecero de embarazos más allá de los 35 años. ¿Existen motivos para la preocupación? ¿Se mantendrá esta tendencia en el futuro? Vamos a tratar de analizarlo en estas próximas líneas.
Al igual que los casos de mujeres que se deciden a ser madre soltera, la edad a la que dan a luz las mujeres no deja de aumentar en las últimas décadas. Así llegamos a un dato significativo: España es el país de Europa con mayor proporción de mujeres embarazadas por encima de los 35 años. Esta conclusión se extrae del último “Informe europeo sobre Salud Perinatal (2015-2019): La salud de los recién nacidos y las madres en Europa”, elaborado por Euro-Peristat.
Algunos datos que también se conocen gracias a este estudio es que, en el continente europeo, las madres adolescentes apenas suponen un 1,7% del total y su tendencia futura es a la baja para los próximos años. En este sentido, los países del entorno europeo con más madres adolescentes son Malta, Gales y Eslovaquia. Los tres se encuentran por encima del 3%.
Los embarazos más allá de los 35 años, en aumento
Pero, como decimos, la conclusión más importante de este informe es que lo que era una sensación se ha convertido en realidad: los embarazos más allá de los 35 años están en aumento en los últimos años. Así, entre los años 2015 y 2019, el porcentaje de mujeres europeas que se quedan embarazadas después de cumplir 35 años ha aumentado un 2,6% hasta alcanzar el 23,1%. Si nos ceñimos en mujeres mayores de 40 años, la media se coloca en el 4,5% del total.
Dentro de este aumento, España se coloca a la cabeza de los países con mayor porcentaje de mujeres embarazadas por encima de esta barrera. Así, el orden sería el siguiente (siempre según datos del propio estudio):
- España (40%)
- Irlanda (39,4%)
- Italia (34,4%)
- Portugal (33,2%)
- Luxemburgo (31,6%)
Ante esta tendencia, se debe poner el foco en el cuidado y vigilancia de la gestación más allá de los 35 años, especialmente más allá de los 40. Así, un apunte que realizan los autores del propio informe es que esta tendencia puede marcar cambios en la asistencia sanitaria a embarazadas en un futuro próximo, garantizando la seguridad y el éxito.