¿Sabías que existe una relación directa entre estrés y embarazo? O, mejor dicho, entre el estrés y las probabilidades de lograr quedarse embarazada. Los últimos estudios en este campo no pueden ser más claros: padecer este inconveniente reduce notablemente las opciones de lograr quedarse embarazada. Por lo tanto, debemos estar alerta y cuidarnos para evitar que nos afecte a nuestra futura gestación.
De hecho, según esta reciente publicación, el estrés puede ser considerado como uno de los factores externos que más influyen en la fertilidad de una mujer. Así, se ha estimado una reducción de casi el 60% de las probabilidades de lograr un embarazo. Como se puede observar, hablamos de un problema de gran importancia.
La clave del estudio reciente publicado en la revista Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica reside en la carga alostática. Así, aquellas mujeres que contaban con una elevada puntuación en este apartado tenían menos probabilidad de lograr quedarse embarazadas. La investigación, que se alargó durante un año, llegó a la conclusión que mujeres con una menor carga alostática conseguían un embarazo en casi un 60% más.
Estrés y embarazo, cuidado también durante la gestación
Pero esta relación de estrés y embarazo no afecta negativamente solo antes de la gestación, sino que también puede afectar al bebé durante la misma. Así, otro estudio llevado a cabo en el Centro Helmholtoz de Alemania y que contó con casi 500 parejas determinó que los bebés de madres con estrés durante la gestación tenían un IMC (índice de masa corporal) más alto en los primeros cinco años de vida. Esto supone un mayor riesgo de padecer sobrepeso.
Del mismo modo, otro estudio señaló una relación directa entre el estrés y un crecimiento retardado del bebé. Como podemos ver, estamos ante tres datos con una importancia grande y que nos invitan a tratar de lograr la mayor relajación posible durante la gestación.
Al igual que hacer ejercicio durante el embarazo es una buena herramienta para las futuras madres, existen otros “trucos” para poder reducir las consecuencias posibles entre estrés y embarazo:
- El descanso es sagrado. La madre deberá dormir entre 7 y 8 horas diarias.
- Habrá que preocuparse por mantener un estilo de vida saludable. Esto quiere decir cuidar la alimentación y, como hemos mencionado, la práctica de actividad física moderada.
- Habrá que eliminar el café, alcohol y tabaco.
- Es preciso empezar a delegar tareas.
- Acudir a clases de preparación al parto.